Desde niño escribiendo de todo menos mi propia vida, que por casualidad acabó graduándose en un montón de cosas y casos.
Busco la manera de que mi trabajo no dependa de nada ni nadie y la trama del escritor bohemio me parece un guion interesante.
No pienses que de aquí sale un best seller, esto es más bien un beast silend.
Lo que escribo tiene mucho de mí, por eso es un desastre.
Leo poesía porque no me gusta leer en demasía y para novelas largas le robo Netflix a mi hermana.
Estoy en esa fase en la que nada me rima y me cansé de darle golpes al Enter porque lo único que entraba eran líneas en blanco.
Me encantan los juegos de palabras porque conozco las justas, pero revueltas puedo juntar textos diferentes. Como yo, único y corriente. Porque no paro pero a veces me estanco y, como diría aquel cuyo nombre no recuerdo ni me apetece buscar en Google; "la vida son los líos que van a dar al amar, que es el sentir".
Jugar, divertirse, alimentar la máquina y echar humor por la locomotora de las ideas.