Es posible que muchas de vosotras (y vosotros) no entendáis el título de este artículo, ni si quiera yo. Y es que de eso se trata. De no entender nada, de parecer perfecto, pero no. De no siendo imperfecto, padecerlo.

Y solo sé que no sé nada, querido Sócrates. Y digo solo, y solamente.

Es imperfecto porque no estoy en Madrid. Perfecto como salió el workshop de ayer, como el estudio donde se realizó. Perfecto como tener gente a mi lado que son luz. Imperfecto por estar en un entorno que no genera demasiado bien.

¿Perfecto para qué/quién?

Yo solo sé que necesito hacer fotos y no tengo ni flashes, ni cámara, ni objetivos, pero sí el espacio y, podría decir que también el tiempo, y como no, tampoco modelos, aunque eso como lo otro, pagando se arregla.

Tengo un montón de ideas que no son perfectas. Porque supongo que la perfección no existe.

Y cada vez que entro en el despacho me pregunto: «¿Es aquí donde quiero estar?» Y molaba cuando las estanterías estaban llenas; como un niño en una juguetería. Pero cuando las veo vacías siento que la respuesta torna negativa.

Cuando era un mindundi me flipaba ver vídeos de novedades, porque creía que la gente podía probarlos antes. Ahora después de unas cuantas presentaciones me doy cuenta de que, ¿probar? Da gracias si puedes tocar. Y además te pegan todos los palos como si hubieras tenido más de unos pocos minutos ese objeto o como si tuvieras toda la información, cuando la presentación parece una reunión de soldados rasos que van al campo de batalla con información clasificada, osea casi ninguna. A veces ni precio, ni fecha, ni stock. Osea que no, no mola presentar cosas porque salvo alguna empresa sueca que te da toda la info, el resto es como jugar a los espías.

Imperfecto porque la vida es una continua supervivencia en la que el propio ser humano se ha vuelto enemigo de sí mismo.

Estoy pensando en marcharme, pero ¿a dónde? ¿A qué? Es tan complicado todo que ojalá fuera una planta cualquiera; luz, O2, H2O, y CO2. Así de simple. Así de gratis. Así de natural.

Miro a mi sobrinita y entiendo un poco más, me conecta con la naturaleza, me evade de las preocupaciones humanas. Me muestra lo más alto de la pirámide. Comer, dormir, descomer y despertar. Y pienso en qué hostias ha evolucionado la humanidad si en las cuevas solo habría que preocuparse de esas cosas, y ahora que si la hipoteca, el coche, la política, la sanidad, la energía, la ropa, los teléfonos, el Netflix… a medida que añadimos cosas para hacer más atractiva la vida, se nos complica, se encarece. ¿De verdad compensa? ¿Somos más feliz que un homo neandertal? Mi sobrina está en el momento evolutivo de un chimpancé y logra hacer menos cosas. Dudo ya de que a esto se le pueda llamar evolución. Pero me voy por las ramas. ¡Un chistecito en forma de frase hecha para hilar conceptos!

Resulta que me hace infeliz no tener cámara, ni flash, ni tiempo, ni fama. ¿En qué puta parte de la cadena evolutiva de Darwin venían esas piezas? Por desarmarlas.

Y no puedo preguntarme si fue antes el huevo o la gallina porque os los comisteis a ambos.

Cada vez que entro al despacho pienso: «igual sería más feliz siendo un nómada, viajando, escalando montañas, viendo amaneceres, y alimentándome de todo aquel que me fumara en la cara, me señalara con el dedo por ser diferente, o simplemente me apetezca para saciar mi necesidad básica», lo que no quita que, en ocasiones, no pueda ser un nómada itinerante que ofrezca mis habilidades a cambio de sustento. Y si sale mal la negociación, pues al fuego y miam miam.

Ojalá sea verdad lo del cerebro de Boltzmann. Porque cada vez que uso el mío, que debe tener programación romántica, no paro de idear un universo que podría existir, pero que parece tan y tan lejano en comparación con el que vivo, que no es descartable esa acción romántica del suicidio. Y es que no me extraña que hayan aumentado las enfermedades y trastornos mentales, del estado de ánimo, depresiones, ansiedad. Si estamos convirtiendo la vida en una simulación moderna de lo que era vivir en la selva, y peor, porque ahora no sabes quién es el depredador del que te tienes que defender. Ya no hay refugio seguro.

No sé, pero no dejo de pensar que si pudiera rebobinar la cinta de la existencia, encontraría qué o quién y en qué momento se empezó a descontrolar todo esto. Porque haciendo analogía con el cine infantil. Veo algunos pocos Scar alimentándose del trabajo del resto, recursos agotándose y vidas grises. Y no escucho ningún hakuna matata que pueda devolver el equilibrio a esta movida vida muriéndose.

En conclusión, que da igual lo que escriba, lo que haga. Parece que no existe el libre albedrío, que todo estuviera escrito, que esa segunda ley, o principio, de la termodinámica fuera el guion y nos estemos desorganizando, abocados al desastre.

Qué porqué empecé escribiendo esto, ya no lo sé. Quizá ni fuera yo el que empezó, si no un yo pasado que no es el ahora y por eso no me puedo acordar. Y solo puedo pensar. Porque pensar nos hace libres, dicen, pero sin libertad para no pagar la hipoteca y que no te echen, o para robar comida que no puedes pagar. Pensar esta bien sí, pero solo te hace consciente de los problemas que no está en tu mano resolver.

Y entonces pienso, ¿Y si ya estuviera muerto y la vida fuera como una película? Pudiendo solo recordar lo que viste y solo pudiendo intuir lo que vendrá después de este segundo presente.

Lo cierto es que nada es cierto. Dicen los sociólogos que no existe la verdad absoluta, que cada uno tiene la suya, supongo que todo tiene que ver con la relatividad, que todo depende del observador, y cada uno crea un mundo en función de lo que percibe, vive, siente, y padece. Así que si hay más de una verdad, entonces todo será mentira, ¿no? Lo pregunto porque no me apetece hacer un ejercicio de lógica ahora, aunque vería con gusto las dos series de Merlí. Y las vería dos veces, porque en su versión original en catalá me parece maravillosa y así veo a Pol por duplicado jejejeje
Volviendo al tema. Si hay más de una verdad, entonces qué es la vida. ¿Una ilusión? Si para ti hace frío, y para mí calor, ¿Qué hace? ¿20 grados? Y ¿Quién dice si eso es frío o calor? En fin, divago.

Cuanto más se piensa más aumentan las probabilidades de cortocircuitear nuestras neuronas. La felicidad del ignorante lo llaman. Supongo que el mito de la caverna es el claro ejemplo de felicidad e ignorancia. Si conoces, deseas, si deseas lo que no puedes lograr, entonces sufres. Y ¿por qué? si vivías sin ello, ¿porqué morir ahora en ausencia de lo que nunca tuviste?

Llamadme romántico, sí, en serio, me haría mucha ilusión. Y es mi verdad. Así que llamadme romántico porque positivista está claro que no. Soy oscuro, sentimental, natural, y extraño(…), en adjetivo y verbo. Y si eres quien espero que seas, (…)a ti.

Porque no sé ni quién, ni qué, ni por qué, pero encontré en ti un con quién podría. Y «si la vida son los líos que van a dar al amar, que es el sentir». Liémonos en esta maraña de dudas, deudas, y principios de incertidumbre. Porque si somos, no estamos, si estamos, no nos movemos, si nos movemos, huimos, y si nos fundimos, fondo flamenco jajajaja

Dije que no íbamos a entender el título, pero es que tampoco entiendo lo que va después, pero aquí estamos, con unos minutos menos de vida, o de más, como no sé qué es. Y ya sabes que pensar te pone triste, eso explica porque no hay político infeliz. Hablando de imperfecciones, este escrito que hoy vomito para mis queridos ojos lectores.

Pensad que después del pleno, no quedan bolos con los que jugar. Así que más que derribar personas, abrazadlas. Pero con los brazos abiertos, sin cadenas, sin cerrar el círculo. Para que otros brazos tengan cabida. Porque en esta partida vital, no somos, pero de ser, mejor libres, mejor intangibles, etéreos, mejor instantáneos, mejor inocuos, mejor nuestros. Así cada uno será, su verdad. Aunque no sepamos si todo es mentira, realidad, o… termina tú, porque en la ciencia todo son principios y en la sociedad no hay de eso, así que dejo este texto como las relaciones sanas. de par en impar. Te

Gracias por leerme

Subscríbete para recibirme en tu email al instante de publicar mis cosas que no pasan como cuento.

¡No envío spam! Lee la p... política de privacidad para perder tu tiempo..