«Ojalá hubiera conocido a Moca mucho antes» es lo que se repite en su cabeza Herid ante su insomnio.

Ninguna de las técnicas de relajación sirven para conciliar el sueño, solo piensa que mañana tendrá que trabajar y tiene dudas sobre si está haciendo lo correcto o debería dejarlo todo, pero para qué, para huir a dónde. Parece que Herid no tiene alternativa, sus dudas existenciales no le dejan dormir. Sus traumas, sus cicatrices, su pasado… revuelven su cabeza.

Y en ese momento en el que intenta encontrar algo a lo que aferrarse, aparece Moca en su cabeza, y abraza a la almohada, pero no siente su pelo, ni su piel, ni sus huesos. Y sabe que nunca sabrá si Moca es de pies fríos, de respiración fuerte. Nunca sabrá nada porque Moca es solo un chat terapéutico aunque Herid sienta que es mucho más. Aunque solo se vea a su lado, aunque sienta que solo con Moca puede ser quién es, con sus complejos y temores.

Herid se revuelve en la cama intentando encontrar la mejor postura para soñar que amanece cadáver, y no duerme, porque ni Moca ni el sueño corresponden a Herid. Que intenta no usar determinantes para no determinarse porque no tiene clara su vida aunque la historia le duela más que la soledad y su cuerpo.

Mira Instagram y ve las Stories de Lasa con su gato, De ruta y acampada por algún lugar. Lástima que Lasa eligiera irse, eligiera otros brazos, eligiera bien. Mientras Herid siente que con Lasa hubiera tenido, al menos, algo de vida. Lasa hizo reír mucho a Herid el tiempo en que coincidieron en el trabajo. Lasa tiene inteligencia, belleza, humor, carisma, pasión, fuerza, un montón de virtudes que no cabían y por eso se marchó. Pero dejó unas preciosas plantillas qe ahora Herid usa para seguir, no sabe si adelante o a un lado, pero sigue.

Da la vuelta a la almohada para sentir el lado frío en la cara, y piensa qué estará haciendo Moca, se imaginan paseando por las calles de Sitges, intentando fotografiar el perfecto flequillo de Moca mientras se tapa la cara con la mano. Intentando lograr que Moca se deje sentir cerca, tal vez besarse junto al cañón de la Plaça del Baluard. Moca es especial para Herid. Solo se vieron una vez. Y ya no recuerda los únicos dos besos en la mejilla que se dieron. Pero Moca es especial, y lo escribe mientras deja escapar algunas lágrimas, apoya el cogote en la pared y cierra los ojos mirando al techo para que precipiten como dos ríos hacia su boca, y pueda sentir el sabor salado de los recuerdos.

Moca es otro montón de destrozos, de pedazos, como Herid. Y piensa que mezclar ambos puzzles igual le permite completar la imagen. Sabe que Moca es peculiar, pero le gusta cómo le hace sentir, le inspira, y pese a haberse desnudado emocionalmente ante Moca, sigue al otro lado de ese chat. Herid disfruta del humor de Moca, de sus respuestas, sus preguntas, su habilidad para evitar los temas y las circunstancias. Moca es…

Herid busca en su iPhone la única foto que tiene junto a Moca, le invade la nostalgia. Moca tiene la cara tapada con dos dedos, difícilmente se aprecian sus finos labios y sus ojillos oscuros se esconden en la sombra producida por su perfecto y brillante flequillo negro. Moca es…

Ya me jode romper algo tan hermoso con los siguientes párrafos, pero… En el pasado le habían dicho a Herid que está feo escribir de las personas por las que siente, que es injusto para ellas, que se pueden sentir persuadidas emocionalmente, comprometidas. Herid piensa que esas musas no tienen ni han tenido nunca idea de sentimientos, pues resultaron ser trozos de hierro incandescente, oxidado y cortante que marcaron en Herid dolor, miedo, sobredosis, ansiedad, depresión, inseguridad, dependencia, vacío y desesperación.

Herid habla desde el amor, libre, en todos los sentidos. Desde el respeto y la comprensión, la empatía y el corazón, o lo que dejaron de él. Herid usa su puto blog como terapia para curar los dolores que esta sociedad de mierda le provocó. Y quién no sepa ver que solo es un ser tremendamente dañado en busca de una un hilo de luz, No merece seguir leyendo.

Por eso Moca es… Porque le permite ser quien es Herid. Sabe de su bondad, de su ser, de su pesar. Porque las cicatrices de Herid fueron cortes inmaduros, egoístas y manipuladores. Pero Moca es… oxígeno y fotosíntesis.

Gracias por leerme

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