Hoy es 12 de octubre y llevo más de 12 horas dando vueltas en la cama. Procrastinar lo llaman. Aunque llevo más de 5 horas pensando sin andar. Tramando cosas que no hice y dije que haría, pero una fuerza me obliga a seguir en la cama, será el tal Procrastino ese, quién sabe.

El caso es que hoy es fiesta y no trabajo, y tampoco puedo ir a Madrid porque alguien decidió que cayera en mitad de semana, que poco inteligente es eso, como la fiesta en sí.

12 de octubre. Día de la Hispanidad. Una absurda palabra para disfrazar un acto burdo y accidental en el que un día un creativo señor decidió evitar un problema logístico con una nueva ruta basada en cálculos fallidos. Pero ahí estaba, saliendo del puerto con tres navíos y llegando meses después a un lugar equivocado. Hispanidad, curiosa palabra para resumir el asesinato de personas que vestían diferente, pensaban diferente, vivían diferente y estaban tranquilamente hasta que unos tipos se liaron a espadazos y, de paso, a saquear riquezas que para ellos ni lo eran y violar a sus mujeres porque ya puestos a robar: un poco de plata por allí, dignidad por allá, y eso sí, olvidos de memoria. No vaya a ser que los fachitas argumenten que los latinos vienen a quitarles el trabajo, que ellos no quieren por sus duras condiciones, y ligar con sus mujeres, que no son suyas, siglos después de que sus antepasados con pedigrí asaltaran por la fuerza, no por necesidad, si no por violencia, a seres inocentes que vivían al otro lado de un océano que nadie les pidió cruzar. Y todo mientras visten un reloj de oro y se zampan una tortilla de patatas.

Supongo que es Hispanidad porque cuando las cosas se pusieron feas en la península, muchos buscaron refugio al otro lado. Como muchos fueron los que se forraron explotando esas tierras, ampliando la familia y volviendo quizá años después con toda esa riqueza a un chalet con palmeras y aspecto caribeño.

Para mi este día representa la casualidad, la inversión de una reina que salió bien. Y por cuya codicia acabó mal.

No tengo nada que celebrar y menos con desfiles de un ejército que no necesito, porque el mundo no necesita defenderse de las guerras si el ser humano, ese que se cree superior al resto de seres, dejara de provocarlas, y se diera cuenta de que son menos las diferencias que las similitudes. Que estamos en el mismo barco llamado Tierra y que los recursos son los mismos para todos, estén en la absurda frontera de quien estén. Con lo que gasta uno de esos aviones que pintan hoy el cielo comerían muchas personas, se pagarían miles de deudas, y nos ahorraríamos mucho que poder gastar en una buena sanidad pública, educación, para entender esta historia, y puede que en inversión en energías para no tener que subir los precios y que la gente muera de hambre y frío.

No, hoy no es día de celebrar una mierda. Porque es el día en el que un tipo creativo emprendió una idea, una idea que no le llevó donde quería, pero que por casualidad resolvió aún más y mejor el problema que intentaba resolver. Obteniendo plata, oro, esclavos, literalmente personas arrancadas de su vida y sometidas a hacer más cómoda la de otros; cultivos, medicinas… y alguna que otra enfermedad convertida en epidemia por justicia poética.

No, hoy no puedo salir a la calle porque una reina decidió jugar mal sus cartas, explotar la suerte y demostrar que la avaricia rompe algo más que el saco.

Colón es solo un creativo con suerte, como Fleming y su penicilina. O como los del proyecto Manhattan, pero como siempre hay alguien que coge dicha empresa y la convierte en un acto despreciable, egoísta, y completamente ajeno a mí.

Así que hoy puede ser fiesta para vosotros, como tantas otras fiestas religiosas que celebráis desde el egoísmo de tocaros los genitales con el beneplácito del poderoso.

Pero yo prefiero aprovechar que la oficina está cerrada para tocaros los neurotransmisores y poneros calientes. Porque es 12 de octubre y no solo se me ocurre seguir trabajando, si no también sacar rato para contar una historia.

Para tomar otro rumbo diferente, para explorar soluciones y, quién sabe, con suerte acabar arrasando vuestro pensamiento de mierda y colonizándolo con el mío, que ni es mejor, pero es el que, a mí, me apetece imponeros. ¿Entiendes ahora de qué va la vaina?

Feliz 12 de octubre de 2022. Unas cuantas pandemias mundiales, guerras mundiales, crisis mundiales y otros hechos históricos ignorados desde antes incluso que 1492.

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